Madre Maria Ines

MADRE MARIA INES

La Madre María Inés Teresa del Santísimo Sacramento nació en 1904 en Ixtlán del Río Nayarit, México, en una familia católica. Era una joven alegre y sociable que participaba en la vida familiar como todas las chicas de su edad.

Desde pequeña forjo su alma en las virtudes cristianas, viviendo en un camino de santidad sencillo, alegre y ordinario, pero con mucho amor y generosidad por la salvación de las almas. Este celo misionero a lo largo de su vida la consumió y la empujó a una mayor dedicación en su consagración y misión.

El 7 de julio de 1929 ingresó en el monasterio de las Clarisas, que debido a la persecución religiosa en México fue trasladado a Los Ángeles, California. En 1933 hizo su consagración definitiva a Jesús.

Durante 16 años, la Madre María Inés vivió su vocación religiosa con las Madres Clarisas del Ave Maria en la Cd. de México. Durante este período, sintió una gran sed de almas, por esta razón, después de una larga meditación y consulta con sus superioras, comprendió que nuestro Señor le pedía que fundara una Congregación Misionera. Solo para seguir esta llamada, dejó su querido monasterio para ir personalmente a comenzar la fundación misionera y anunciar el Evangelio en todo el mundo.

Era una persona que irradiaba paz y tranquilidad, cuya sonrisa siempre iluminaba su rostro, expresando la alegría de estar totalmente dedicada a Dios. Desde su juventud mostró su amor único y exclusivo por «su» Creador: «Me doné con la mayor confianza y sin reservas al Corazón Eucarístico de Jesús».

Actualmente sus «hijos espirituales» las Misioneras Clarisas, los Misioneros de Cristo, los Vanclaristas (colaboradores misioneros laicos – niños, jóvenes y adultos – con el deseo de vivir para Cristo), comparten la espiritualidad Inesiana y así dan testimonio positivo de la vida en el entorno donde se encuentran.

Actualmente existe el Grupo Sacerdotal «Madre Maria Inés», compuesto por sacerdotes de diferentes naciones que acogieron la espiritualidad sacerdotal de la Madre María Inés como inspiración para la vida de su sacerdocio.

Su compromiso misionero, su oración constante, su ejercicio heroico de todas las virtudes, la empujó por todo el mundo, bajo el lema «Es urgente que Él reine», estableciendo misiones en:

– México

– Japón (casa primogénita como misión «Ad gentes»)

– Italia

– Estados Unidos

– Costa Rica

– Sierra Leona

– Nigeria

– España

– Indonesia

– Irlanda

La Madre María Inés murió en santidad como había vivido: en serenidad, sencillez y abandonándose a sí misma en las manos del Padre, el 22 de julio de 1981.

La causa de la canonización comenzó en 1992, cuyo proceso diocesano terminó en 1996. El 3 de abril de 2009, el Santo Padre Benedicto XVI autorizó la promulgación del decreto sobre las virtudes heroicas y el 21 de abril de 2012 fue beatificada en la Insigne Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe en la Ciudad de México.

Después de su muerte, se fundaron más misiones en los siguientes países:

– Corea del Sur

– India

– Rusia

– Argentina

– Vietnam

El apostolado que llevan a cabo las Misioneras Clarisas en el mundo, son: Pastoral, Educación y Sanidad. También Casas de huéspedes y para ejercicios espirituales.